Montaña y Arbol

Poesía, Cuentos, Arte y Literatura

domingo, julio 11, 2010

"LA METAMORFOSIS" de Siringa - Publio Ovidio Nason




 Siringa



«En los gélidos montes de Arcadia había entre las hamadríadas de Nonacris una náyade famosísima, a quien las ninfas llamaban Siringe. Más de una vez había tenido que eludir el acoso de los sátiros o de cual quiera de los otros dioses que habitan el sombrío bosque o la fértil campiña; practicaba las mismas ocupaciones que la diosa de Ortigia, e igual que ella guardaba su virginidad. Vestida también a la manera de Diana, su aspecto se prestaba a confusión, y habrías podido pensar que se trataba de la hija de Latona si no fuera porque llevaba un arco de cuerno, mientras que el de la diosa es de oro. Aun así su aspecto engañaba. Un día, Pan la vio cuando regresaba del monte Liceo, y con la cabeza coronada de punzantes hojas de pino dijo las siguientes palabras...»; y quedaban por relatar sus palabras, y cómo la ninfa, despreciando los halagos del dios, había huido por lugares inaccesibles hasta que había llegado a la plácida corriente del arenoso Ladón; allí, al ver que las aguas le cerraban el paso, suplicó a sus hermanas, las ninfas del río, que la transformaran, de forma que Pan, cuando ya creía es­trechar a Siringe, tenía entre sus brazos en vez del cuerpo de la ninfa una mata de cañas palustres; al suspirar el dios sobre ellas el aire produjo al atravesarlas un suave sonido, parecido a un lamento. Cautivado por este nuevo invento y por la dulzura del son, el dios había dicho: «¡Esta será mi forma de hablar contigo!»; y así el instrumento hecho de cañas desiguales unidas con cera conservó el nombre de la muchacha.”


Ovidio, Metamorfosis I, 689

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