Montaña y Arbol

Poesía, Cuentos, Arte y Literatura

martes, septiembre 19, 2023

Los doce trabajos de Hércules

Las Aves del lago Estinfalo


El sexto trabajo de Hércules se trataba de eliminar a las aves del Estinfalo, Euristeo pensaba que como era tan numerosas acabarían con facilidad con el héroe griego Hércules.

 

En los mitos griegos, eran unas aves que habitaban en el lago Estinfalo y sus bosques cercanos. Poseían unos fuertes picos de bronce, así como sus alas y temibles garras. Estas aves eran muy molestas e insidiosas, sus excrementos venenosos arruinaban los cultivos, y no dejaban alimentase al ganado al pudrir el pasto. Además, las aves del Estinfalo eran carnívoras y atacaban en grupo a los habitantes de la región.

Conforme Hércules se acercaba al lago Estinfalo era capaz de vez restos de animales que habían sido devorados y el hedor producido por sus excrementos crecía por momentos.

 

Hércules al llegar al Estinfalo fue atacado por algunos pájaros, a lo que derribo fácilmente con sus flechas envenenadas por la sangre de la hidra de Lerna. Así estuvo unos días, matando aves, recuperando las flechas y volviéndolas a usar, pero las aves del Estinfalo además de ser molestas eran inteligentes y a los pocos días dejaron de acercarse a Hércules.

 

Hércules por acabar sus trabajos y dejar de ser un esclavo, fue a por ellas, pero los pájaros se escondían en los frondosos bosques de la zona y era muy difícil encontrarlas. Así que empezó a caer en la desesperación y pensar que no podría cumplir con su sexto trabajo.

 

Hércules gritaba a las aves que eran unas cobardes, que vinieran a buscarlo, que se movieran, pero solo lo hacían en dirección contraria de Hércules donde ni su fuerza alcanzaba. Solo le quedaba la opción de ser ayudado por los dioses, así que imploró su ayuda.

 

Atenea escucho los lamentos del héroe y le entrego a hércules una pequeña campana, una especie de cascabel, que producía un sonido menor para los humanos, pero no soportable para estas aves.

 

Al hacer sonar la campanilla los pájaros del Estinfalo echaron a volar en todas direcciones, sin sentido, chocando entre ella, ahí tuvo la oportunidad Hércules de abatir con su arco a infinidad de aves del hasta las que quedaron por no seguir escuchado el sonido volaron lejos de la región quedando el lago del Estinfalo y sus alrededores libres de las aves tan perniciosas. Se dice que llegaron al mar negro donde unos años después Jasón y los argonautas las encontraron.

 

Una vez conseguida la victoria Hércules agradeció la ayuda de la diosa Atenea y emprendió el camino de vuelta para informar al rey Euristeo que había acometido su trabajo. No sin antes ser vitoreado por los habitantes, que ya lo reconocían y le daban las gracias por haber salvado sus aldeas. Hércules se estaba volviendo muy famoso en Grecia por sus hazañas.

 

Cuando llego a Micenas, encontró a Euristeo encerrado en su tonel de bronce porque había algunas aves del lago Estinfalo posadas en la torre de su castillo. Hércules hizo sonar de nuevo la campanita y para expulsar los pájaros del Estinfalo y permitió a Euristeo que de forma muy altiva le dijera que volviera al día siguiente que le informaría cual sería el séptimo y trabajo de Hércules.






jueves, septiembre 14, 2023


Los doce trabajos de Hércules

Los Establos de Augias


El quinto trabajo de Hércules fue tras las órdenes del rey Euristeo limpiar los establos de ganado del rey Augias. Pero este quinto trabajo debería realizarse en un solo día.

 

Augias era un rey de una ciudad Peloponeso quién poseía el mayor y mejor ganado de toda la comarca. Los dioses lo habían bendecido con la ventaja que sus animales no sufrirían enfermedades y las alimañas no los atacarían, así que su rebaño solo hacía crecer y necesitaba del establo más grande de Grecia.

 

Pero había un problema, nadie había limpiado los excrementos de los establos en años y el olor era tan hediondo que llegaba a diversos rincones del Peloponeso.

 

Euristeo enfadado por haber Hércules vencido a varios terribles monstros anteriormente, le encargó esta peculiar misión con el fin de dejarlo en ridículo pues tal era la cantidad de desechos animales y excrementos acumulados en aquellos vastos establos que era prácticamente imposible limpiarlos en un solo día. Así el gran Hércules, vencedor de terribles monstruos y hazañas heroicas, no podría realizar una tarea tan denigrante y poco digna

 

Cuando Hércules se aproximaba a la región de los establos, empezó a sentir el hedor existente y ya sabía que provenía de los establos a limpiar. Hércules se había vuelto famoso en Grecia por sus hazañas y fue invitado a un banquete. Al hablar con el rey Augias, Hércules solicito un premio por tal feo trabajo y este le dijo que, si libraba a su reino de tal olor en un día, le daría una parte de su rebaño. Augias pensaba que era imposible limpiar su inmenso establo maloliente en un solo día.

 

Pero Hércules no solo era fuerte, sino también inteligente, en vez de utilizar una pala y cubo para limpiar los establos de Augias, pues era un trabajo imposible para un hombre en un día, había observado que un río corría próximo al establo.

 

Así que acumulo piedras en el río para realizar una presa y mientras el agua se iba acumulado, construyo un canal de la presa al establo forzando un gran boquete en la pared del establo para que pasara el agua limpia.

 

Luego el agua comenzaría a correr por el canal, entrando en los establos que serían limpiados escrupulosamente por la fuerza del agua que bajaba de la presa en solo día como había sido exigido este quinto trabajo de Hércules.

 

Cuando el rey observo los establos relucientes en vez de alegrase se mostró enojado, pues no quería entregar a Hércules una parte de su rebaño como había acordado. El rey Augias dijo que no había realizado el trabajo, sino que lo había realizado el rio. Su hijo Fileo, no estaba de acuerdo con él y el rey los desterró del reino.

 

Hércules volvió enfadado a Micenas a ver al rey Euristeo, pues Augias no estaba reconociendo su buena labor, pero su sorpresa fue mayor cuando Euristeo al conocer las noticias que llegaban del reino de Augias le dijo a Hércules que no contaría este trabajo como valido porque había acordado un premio con Augias, por tanto, no era un trabajo para él sino para Augias. Realmente Euristeo estaba molesto porque le mando un trabajo para que fuera humillado y Hércules volvió siendo más conocido y famoso en Grecia. Así que el Hércules volvió al siguiente día ante Euristeo para que le fuera encomendado el sexto trabajo de Hércules.









martes, septiembre 12, 2023

 

Los doce trabajos de Hércules


El jabalí de Erimanto


Por una cuarta ocasión Hércules se presentó ante Euristeo, para que este como su señor le encomendara una cuarta tarea. El cuarto trabajo fue capturar al jabalí de Erimanto.

 

El jabalí de Erimanto era un jabalí salvaje, un gran cerdo bestial de gran fuerza y enormes colmillos capaz de arrancar árboles con ellos.


Unos colmillos afilados y unos ojos rojos ensangrentados que hacía que se desprendiera de su rostro la mayor maldad conocida. Una criatura fiera que sembraba el terror en la zona del monte Erimanto al norte de Arcadia cada vez que salía de su guarida. Se trataba de un animal que estaba diezmando la población, el ganado y campos de cultivo de la zona. Se decía que con su fuerza era capaz de producir terremotos.

 

En el camino hacia la captura del jabalí de Erimanto, visito a su amigo el centauro Folo, este lo recibió con alegría y le invitó a comer de la comida y el vino de los centauros. Estos al ver que Hércules degustaba su comida y bebía vino de la jarra que el dios Baco les había regalado no estuvieron de acuerdo e increparon a Hércules que no tuvo más remedio que defenderse.

 

Y ante la actitud agresiva y peligrosa de los centauros no le quedó más remedio que matar a algunos con sus flechas envenenadas por la sangre de la Hidra.

 

El centauro Quirón, el centauro inmortal y más sabio, quedo sorprendido de que algo tan pequeño pudiera matar a ser tan magnifico como un centauro. Al observar la flecha, la dejo caer clavándosela en el pie, lo cual no la mato por ser inmortal, pero estuvo varios días muy enfermo. Lo cual hizo que Hércules pasará unos días muy triste mientras el centauro se recuperaba.

 

Finalmente, Hércules llego a las tierras devastadas por el jabalí de Erimanto, rápidamente fue a su guarida y empezó a gritar para que saliera. El jabalí salió raudo y comenzó la lucha, la cual era bastante pareja y duros varios días.


Entonces el jabalí cansado comenzó a huir para buscar alimento y descanso, y Hércules siguiendo la misma estrategia que con la cierva de Cerinea, lo persiguió por valles y montañas. Este animal no era tan rápido así que Hércules pudo seguirlo continuamente, en su camino el jabalí se introdujo en un desfiladero que llevaba hacia una montaña nevada en la cual el jabalí no podía moverse con facilidad y necesitaba mucho esfuerzo, así que finalmente sucumbió al cansancio y se acostó sobre la nieve a reposar. Este momento fue aprovechado por Hércules para subirse al lomo y atar sus patas con fuertes cadenas para llevarlo ante el rey Euristeo.

 

Euristeo sorprendido y aterrado que Hércules hubiera podido traer y capturar al jabalí de Erimanto, salto de su trono dentro de una vasija de bronce que había hecho colocar en la sala y le grito que se llevara el cerdo salvaje y que volviera al día siguiente, que le indicaría cual sería el quinto trabajo de Hércules.





viernes, septiembre 08, 2023

Los Doce trabajos de Hércules

Capturar a la cierva de Cerinia


La Cierva de Cerinea era una criatura fantástica de la mitología griega.

El tercer de trabajo de Hércules fue cazar viva a la cierva de Cerinea y llevarla al rey Euristeo sin ningún rasguño.

La cierva de Cerinea era un gamo de pezuñas de bronce y cornamenta de oro que se le había escapado a la diosa Artemisa cuando la estaba intentando enganchar a su carro. Desde entonces Artemisa le permitía vagar por las tierras que ella protegía. La cierva era de un gran tamaño, con unas patas esbeltas que le daban gran agilidad.

La cierva de Cerinea era un animal muy audaz, ligero y de una gran velocidad y no había nadie capaz de cazar la cierva dada su velocidad. Hércules le tiro algunas flechas durante su persecución para intentar que cambiara de dirección, pero era incluso más rápida que las saetas arrojadas por Hércules.

 

Hércules no podía dañarla pues sino de otro modo ofendería a la Diosa Artemisa, así que tenía que acercarse a la cierva, lo cual no era permitido por el magnífico animal.

 

Así pasaron los días, luego las semanas y meses, Hércules estuvo la primavera, el verano, el otoño y el invierno tras la cierva de Cerinea. Esta cierva huía con un simple crujir de hojas bajo los pasos de Hércules y tenía muy buen oído, por lo que era muy escurridiza.

 

Esta persecución sin tregua origino que tanto Hércules como la cierva estuvieran exhaustos, por la multitud de kilómetros recorridos sin apenas dormir durante meses.

 

La cierva necesitaba aplacar su sed y aprovecho un estanque de agua clara que encontró para hacerlo, lo cual produjo un momento de descuido que fue aprovechado por Hércules para lanzar una red que había ido construyendo en sus momentos de descanso y que a la postre fue definitiva porque la lanzo desde muy lejos para que la cierva no lo advirtiera.

Una vez que la alcanza, la cierva intento zafarse, pero cuanto más se movía más quedaba atrapada en lo hilos de red y así tras un gran esfuerzo agotada se rindió y se dejó caer.

Hércules jubiloso, se acercó, le ato las patas y se la subió a los hombros para iniciar el camino de vuelta a Micenas a ver al rey Euristeo.

 

En ese mismo instante se le apareció la diosa Artemisa junto a su hermano Apolo, que con tono enfadado le pidió explicaciones de por qué maltrataba a su cierva. Hércules arrodillado le conto su historia y la diosa piadosa entendió sus motivos, y tras revisar que la cierva no tuviera daño le permitió continuar con la condición de que luego de mostrarla al rey Euristeo la pusiera de nuevo en libertad.

 

Y así hizo Hércules tras presentarla a rey, que esta vez fue muy ‘valiente’ y estuvo cerca de Hércules cuando le mostro prueba de su tercer trabajo. Euristeo de mala gana le indico a Hércules que volviera de nueva al día siguiente que le revelaría cual sería el cuarto trabajo de Hércules.





martes, septiembre 05, 2023

Los doce trabajos de Hércules

Matar a la hidra de Lerna

La hidra era un monstro de varias cabezas que había sido creado por la diosa Hera en el lago de Lerna y que cuidaba de una de las entradas al inframundo. Se decía que la hidra era hermana del león de Nemea, por lo que odiaba a Hércules y clamaba venganza.

Tenía la particularidad que su aliento era nauseabundo y venenoso para los mortales, así como su sangre. La hidra no solo atacaba a los humanos que se le acercaban también destruía los rebaños y los cultivos provocando que las habitantes de la zona siempre tuvieran problemas de hambruna.


La Hidra de Lerna poseía la cualidad de que era capaz de regenerarse, es decir, cuando alguien cortaba una de sus feroces cabezas llena de colmillos y dientes afilados en lugar de morir desangrada, salía otra nueva temible cabeza e incluso cabezas a pares. Luchar contra la hidra era una batalla sin final.

Nadie era capaz de responder cuantas cabezas tiene la hidra, porque la hidra tenía muchas, algunos dicen 5, otros 7, muchos 10, la realidad es que eran muy numerosas tras esos largos cuellos que les proporcionaban movilidad y rapidez para morder.

En esta ocasión, su sobrino yolao quiso ayudar a Hércules y el héroe le permitió que lo acompañara.

Cuando llegaron a la ciénaga conocida como lago de Lerna, Hércules y Yolao taparon su bocas y narices con un denso trozo de tela. Hércules comenzó a lazando flechas ardiendo a la cueva de la hidra para hacerla salir y la hidra furiosa pronto salió a dar la batalla.

En este momento comenzó una guerra sin cuartel donde las habilidades de Hércules se dejaron ver al ser capaz el héroe una y otra vez de contar las cabezas de la hidra, pero estas se regeneraban continuamente con lo que Hércules comprendió que no podría matar a la hidra con esta estrategia. Por tanto, ordenó a su sobrino que prendiera fuego a un bosque cercano y que le fuera acercando trozos de madera ardiendo.

Yolao así lo hizo, y mientras Hércules seguía cortando las cabezas, Yolao le pasaba ramas al rojo vivo con las que quemar el cuello de las cabezas cortadas a la hidra además iba Yolao iba retirando las cabezas y enterrándolas porque estas seguían vivas y podía morder al héroe en un despiste.

 

Con esta estrategia las cabezas de la hidra dejaron de brotar, con lo que con el paso del tiempo y repitiendo la operación consiguieron matar a la hidra.

 

Hércules también quiso aprovechar los restos de la bestia en esta ocasión y cuando Hércules consiguió matar a la hidra, tomo sus flechas y hundió sus puntas en la sangre de la hidra, porque sabía que el poderoso veneno que poseía le sería de provecho en el futuro y podría utilizarlo al impregnarse las flechas de Hércules con la sangre de la hidra. Cuando Hércules conto la historia y presento pruebas al rey Euristeo de que había vencido a la hidra, Euristeo envidioso, enojado y enfadado exclamo que esta prueba no había sido valida porque había sido ayudado por su sobrino Yolao, así que tendría que realizar otro trabajo a cambio.

Euristeo ordeno a Hércules presentarse el siguiente día y le indicaría cual sería el tercer trabajo de Hércules.




domingo, septiembre 03, 2023

 

Los doce trabajos de Hércules

Según la leyenda Hércules fue un hijo bastardo de Zeus, lo que provocó que su mujer Hera enloqueciera, induciendo a Hércules a acabar con la vida de sus propios hijos y dos de sus sobrinos. Al recuperar la consciencia, y tomar razón de lo que había hecho, al no poder soportar la pena se marchó a vivir en soledad a una tierra inhóspita. Tiempo después, su hermano, Ificles, le convenció para que fuese a consultar al su destino al Oráculo de Delfos. En él, la sibila le informó que, como penitencia por su terrible acción, debería de llevar a cabo doce trabajos (en un principio sólo se le había ordenado realizar 10, pero como contó con la ayuda de su sobrino Yolao, se le añadieron dos más); estos, serían dispuestos por Euristeo, que resultaba ser la persona más odiada por Hércules, ya que le había usurpado el derecho al trono que le pertenecía.

 

Matar al león de Nemea

Hace mucho tiempo, en la región de Nemea, en Grecia, vivía un terrible león que parecía invencible y que tenía atemorizados a todos los habitantes. Unos decían que tal monstruo era hijo de Tifón, el dios de los huracanes, y de la ninfa Equidna; otros, que había caído de la luna.


Lo cierto es que, fuera cual fuera su procedencia, este temible león era prácticamente indestructible. Su piel era tan dura que ningún arma podía atravesarla. Su rugido helaba la sangre del más valiente.

Pero por entonces un hombre, mitad dios, mitad humano, Hércules, poseía una enorme fuerza y gran inteligencia. Decidió liberar a todos los habitantes de esta pesadilla y destruir al león. Para ello, se hizo con tres armas: un arco y sus flechas, un garrote que él mismo talló con la madera de un olivo que arrancó de la tierra y una espada de bronce.

Pero ninguna de estas armas consiguió matar al monstruo. Las flechas no podían atravesar su piel. Y el garrote, apenas le hacía nada. La espada tampoco era capaz de atravesar el cuerpo del león.

Desesperado, y después de una larga lucha, a Hércules se le ocurrió una idea: golpeó al león para que retrocediera y entrara en su guarida. Hércules se había dado cuenta de que tenía dos entradas, así que se dio prisa en taponar una de ellas. Corrió al otro lado y así pudo acorralar al animal.

Sin armas, solo con sus fuertes manos, consiguió estrangularlo. Y como el león tenía esa piel tan fuerte e impenetrable, Hércules pensó que podía usarla como armadura, pero por más que lo intentaba, no conseguía cortarla.

Entonces llegó junto a él la diosa Atenea, disfrazada de bruja, y le dijo:

– La única manera de cortar la piel del león de Nemea es usando sus propias garras.

Hércules le cortó una pata al león y usó sus garras para hacerse con la piel. Con ella se hizo la armadura que le protegió en todas sus batallas. Y sobre la cabeza, llevaba a modo de yelmo, la cabeza del león.