Los Doce Trabajos de Hércules
Los Establos de Augias
El quinto trabajo de Hércules fue
tras las órdenes del rey Euristeo limpiar los establos
de ganado del rey Augias. Pero este quinto trabajo debería
realizarse en un solo día.
Augias era
un rey de una ciudad Peloponeso quién poseía el
mayor y mejor ganado de toda la comarca. Los dioses lo habían
bendecido con la ventaja que sus animales no sufrirían enfermedades y
las alimañas no los atacarían, así que su rebaño solo hacía crecer y necesitaba
del establo más grande de Grecia.
Pero había un problema, nadie había
limpiado los excrementos de los establos en años y el olor era
tan hediondo que llegaba a diversos rincones del
Peloponeso.
Euristeo enfadado
por haber Hércules vencido a varios terribles monstros anteriormente, le encargó
esta peculiar misión con el fin de dejarlo en ridículo pues
tal era la cantidad de desechos animales y excrementos acumulados en aquellos
vastos establos que era prácticamente imposible limpiarlos en un solo día. Así
el gran Hércules, vencedor de terribles monstruos y hazañas heroicas, no podría
realizar una tarea tan denigrante y poco digna
Cuando Hércules se aproximaba a la región de los establos, empezó a sentir el hedor existente y ya sabía que provenía de los establos a limpiar. Hércules se había vuelto famoso en Grecia por sus hazañas y fue invitado a un banquete. Al hablar con el rey Augias, Hércules solicito un premio por tal feo trabajo y este le dijo que, si libraba a su reino de tal olor en un día, le daría una parte de su rebaño. Augias pensaba que era imposible limpiar su inmenso establo maloliente en un solo día.
Pero Hércules no solo era fuerte, sino también
inteligente, en vez de utilizar una pala y cubo para limpiar
los establos de Augias, pues era un trabajo imposible para un hombre en un
día, había observado que un río corría próximo al
establo.
Así que acumulo piedras en el río para realizar
una presa y mientras el agua se iba acumulado, construyo
un canal de la presa al establo forzando un gran boquete
en la pared del establo para que pasara el agua limpia.
Luego el agua comenzaría a correr por el canal,
entrando en los establos que serían limpiados
escrupulosamente por la fuerza del agua que bajaba de la
presa en solo día como había sido exigido este quinto trabajo de Hércules.
Cuando el rey observo los establos relucientes en
vez de alegrase se mostró enojado, pues no quería entregar a Hércules una parte
de su rebaño como había acordado. El rey Augias dijo que no había realizado el
trabajo, sino que lo había realizado el rio. Su hijo Fileo, no
estaba de acuerdo con él y el rey los desterró del reino.
Hércules volvió enfadado a Micenas a ver al rey Euristeo, pues Augias no estaba reconociendo su buena labor, pero su sorpresa fue mayor cuando Euristeo al conocer las noticias que llegaban del reino de Augias le dijo a Hércules que no contaría este trabajo como valido porque había acordado un premio con Augias, por tanto, no era un trabajo para él sino para Augias. Realmente Euristeo estaba molesto porque le mando un trabajo para que fuera humillado y Hércules volvió siendo más conocido y famoso en Grecia. Así que el Hércules volvió al siguiente día ante Euristeo para que le fuera encomendado el sexto trabajo de Hércules.
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