Los Doce Trabajos de Hércules
Los Bueyes
de Geryón
Euristeo
estaba feliz de ver como su hija había recibido el cinturón de Hipólita y
pensó, porque pedirle a Hércules trabajos difíciles, mejor pedirle cosas que anhelo y que sé que no puedo
tener. Así que ordeno a Hércules como decimo trabajo que en esta ocasión quería
que le consiguiese las reses del rey Geryón, que tenían fama de ser el mejor ganado del mundo en aquellos tiempos.
Pero Euristeo no facilito el trabajo a Hércules pues tenía el problema
que debía conseguir el ganado mediante el robo, no con la compra.
El rey Geryón era un gigante colosal, se decía que era el ser más fuerte
de la tierra, más fuerte que algunos dioses. Su cuerpo era extraño pues era
desproporcionado, tenía dos poderosas piernas que
sustentaban tres cuerpos pegados con seis brazos en los extremos y contaba también con tres
cabezas. Era uno de los mejores luchadores de la antigüedad pues podía manejar 6 espadas a la vez con sus brazos.
Este
gigante habitaba en las lejas tierras occidentales del ahora sur de España y
norte de Marruecos.
Los bueyes eran de color rojizo eran mil y de considerable
tamaño, y proporcionaban gran cantidad de leche y carne a sus dueños.
Estos bueyes de Geryón estaban guardados por el pastor
Euritión y su temible perro de dos cabezas y grandes colmillos
Ortro.
En su largo
camino hacia las tierras de Geryón, el héroe tomo la ruta de África y tuvo que cruzar el desierto del Sahara bajo un
sol abrasador. Como los días de camino iban pasando y sol no menguaba en
fuerza, Hércules tomo varias flechas y las lanzó hacia el sol,
quejándose de hasta cuando iba a durar ese calor infernal.
El dios Helios viendo lo gracioso de la situación para él
y la penuria que estaba pasando Hércules en sus trabajos, le concedió su deseo y realizó el resto del camino
bajo mejores condiciones.
Al llegar a
las tierras de Geryón y divisar las reses, inmediatamente se presentó ante él Ortro, el feroz
perro de dos cabezas que intentó atacarle. Hércules con su gran
maza golpeo a la fiera, la cual cayo a la tierra.
El fuerte y
bruto pastor Euritión al ver la situación también quiso atacar a Hércules, pero el
héroe no tuvo problemas para vencerlo también con lo que Hércules tenía el camino libre para llevarse a los bueyes de Geryón.
Y así
emprendió Hércules el camino de vuelta a Grecia con los mil toros de Geryón,
pero el gigante alertado por sus criados corrió tras Hércules. Alarmado
por los temblores de la tierra bajo sus pies por el correr de Geryón, ya
suponía que lo perseguía y que lo alcanzaría muy pronto. Hércules no quería una
lucha cuerpo a cuerpo con el gigante pues sabía de la fuerza y las habilidades
con las armas de este mostro.
Así que
para mantener la distancia Hércules hundió sus manos en la tierra y
con su gran fuerza, consiguió quebrar la tierra, separando la
lengua de tierra que unía África y Europa formando el estrecho de
Gibraltar.
Pero
aquello no fue obstáculo suficiente para Geryón que logro salvar aquella gran zanja cubierta por el agua de mar
mediterráneo y el océano atlántico, lo que no esperaba es que Hércules sorpresivamente le espera presto con sus flechas
envenenadas por la sangre de la hidra y le clavará tres de ellas en sus tres
corazones. Así acabo la vida del Gigante Geryón.
Una vez de
vuelta ante el rey Euristeo, este no estaba feliz ante su nuevo rebaño y le recrimino que le hubiese llevado tanto tiempo esta tarea.
Hércules le recordó a Euristeo que ya había realizado diez
trabajos, pero este a su vez respondió que dos trabajos, matar a la
hidra de Lerna y la limpieza de los establos de Augias no habían sido validos
porque le había ayudado demasiado, así que no le libraba de su esclavitud y
tendría que volver al siguiente día para realizar el undecimo trabajo de Hércules.