Montaña y Arbol

Poesía, Cuentos, Arte y Literatura

jueves, octubre 26, 2023

Los doce trabajos de Hércules 

Los Bueyes de Geryón

Euristeo estaba feliz de ver como su hija había recibido el cinturón de Hipólita y pensó, porque pedirle a Hércules trabajos difíciles, mejor pedirle cosas que anhelo y que sé que no puedo tener. Así que ordeno a Hércules como decimo trabajo que en esta ocasión quería que le consiguiese las reses del rey Geryón, que tenían fama de ser el mejor ganado del mundo en aquellos tiempos. Pero Euristeo no facilito el trabajo a Hércules pues tenía el problema que debía conseguir el ganado mediante el robo, no con la compra.

El rey Geryón era un gigante colosal, se decía que era el ser más fuerte de la tierra, más fuerte que algunos dioses. Su cuerpo era extraño pues era desproporcionado, tenía dos poderosas piernas que sustentaban tres cuerpos pegados con seis brazos en los extremos y contaba también con tres cabezas. Era uno de los mejores luchadores de la antigüedad pues podía manejar 6 espadas a la vez con sus brazos.

Este gigante habitaba en las lejas tierras occidentales del ahora sur de España y norte de Marruecos.

Los bueyes eran de color rojizo eran mil y de considerable tamaño, y proporcionaban gran cantidad de leche y carne a sus dueños. Estos bueyes de Geryón estaban guardados por el pastor Euritión y su temible perro de dos cabezas y grandes colmillos Ortro.

En su largo camino hacia las tierras de Geryón, el héroe tomo la ruta de África y tuvo que cruzar el desierto del Sahara bajo un sol abrasador. Como los días de camino iban pasando y sol no menguaba en fuerza, Hércules tomo varias flechas y las lanzó hacia el sol, quejándose de hasta cuando iba a durar ese calor infernal.

El dios Helios viendo lo gracioso de la situación para él y la penuria que estaba pasando Hércules en sus trabajos, le concedió su deseo y realizó el resto del camino bajo mejores condiciones.

Al llegar a las tierras de Geryón y divisar las reses, inmediatamente se presentó ante él Ortro, el feroz perro de dos cabezas que intentó atacarle. Hércules con su gran maza golpeo a la fiera, la cual cayo a la tierra.

El fuerte y bruto pastor Euritión al ver la situación también quiso atacar a Hércules, pero el héroe no tuvo problemas para vencerlo también con lo que Hércules tenía el camino libre para llevarse a los bueyes de Geryón.

Y así emprendió Hércules el camino de vuelta a Grecia con los mil toros de Geryón, pero el gigante alertado por sus criados corrió tras Hércules. Alarmado por los temblores de la tierra bajo sus pies por el correr de Geryón, ya suponía que lo perseguía y que lo alcanzaría muy pronto. Hércules no quería una lucha cuerpo a cuerpo con el gigante pues sabía de la fuerza y las habilidades con las armas de este mostro.

Así que para mantener la distancia Hércules hundió sus manos en la tierra y con su gran fuerza, consiguió quebrar la tierra, separando la lengua de tierra que unía África y Europa formando el estrecho de Gibraltar.

Pero aquello no fue obstáculo suficiente para Geryón que logro salvar aquella gran zanja cubierta por el agua de mar mediterráneo y el océano atlántico, lo que no esperaba es que Hércules sorpresivamente le espera presto con sus flechas envenenadas por la sangre de la hidra y le clavará tres de ellas en sus tres corazones. Así acabo la vida del Gigante Geryón.

Una vez de vuelta ante el rey Euristeo, este no estaba feliz ante su nuevo rebaño y le recrimino que le hubiese llevado tanto tiempo esta tarea. Hércules le recordó a Euristeo que ya había realizado diez trabajos, pero este a su vez respondió que dos trabajos, matar a la hidra de Lerna y la limpieza de los establos de Augias no habían sido validos porque le había ayudado demasiado, así que no le libraba de su esclavitud y tendría que volver al siguiente día para realizar el undecimo trabajo de Hércules.




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