Los Doce Trabajos de Hércules
El Toro de
Creta
Euristeo
estaba abatido porque Hércules era capaz de salvar todas sus pruebas,
así que, para el séptimo trabajo de hércules, el rey de micenas intento buscar otro
monstruo para conseguir que le derrotaran definitivamente
y encargo a Hércules que capturará al toro de Creta y
lo presentará ante él vivo. Así también lo alejaría para que súbditos lo
olvidasen y perdiera la fama que tenía como héroe.
De
camino a la isla de Creta un marinero le conto la historia del
toro de Creta. El marinero le narro que el rey de Creta
les había dicho a sus hermanos que él tenía el favor de
los dioses para ser rey después de la muerte de su padre.
Los hermanos le respondieron que lo demostrará, Minos les
dijo que haría salir de las aguas del mar un bello toro,
y los hermanos rieron de él.
Pero
ellos no sabían, que el astuto Minos había implorado a
Poseidón ayuda previamente y si hacía salir un toro del
agua, lo entregaría en su sacrificio para el en nuevo templo que construiría.
Así
hizo Poseidón, pero Minos olvido sus promesas y
se quedó con aquel bello ejemplar de toro de color blanco que salió de las
aguas. Pero Poseidón no acepto la situación
y todo su enfado y cólera lo transmitió a aquel
toro que desde entonces fue indomable lleno de furia que
destrozaba toda lo que tenía cercano y tenía a la población atemorizada siempre
buscando refugio para no ser embestida por los ataques del irascible animal.
Cuando
Hércules desembarcó en Creta, encontró las ciudades y los campos vacíos, abandonados,
con destrucción por todos lados en forma de árboles y
muros de casas derribados. No se escuchaba un ruido, a excepción de unos
estruendosos pasos, tenía al toro de Creta cerca.
Al
ver a Hércules, el toro de creta empezó una carrera para
embestir al héroe que lo espero hasta el final y lo
esquivo en el último momento para escapar de él. El toro
colérico embistió de nuevo con más fuerza, y en esta ocasión,
Hércules preparado logro saltar su lomo.
Y
allí estuvo Hércules varias horas, agarrando al toro por los cuernos,
mientras el toro de Creta saltaba, movía el cuello, corría por desprenderse de
Hércules. Finalmente, el toro fue vencido por el cansancio y se
arrodillo aceptando su derrota.
Este
toro era el padre del Minotauro y fue llevado ante el rey Euristeo tras varios
días de navegación. Cuando Euristeo vio a Hércules
agarrando con una cuerda al toro de creta en su sala del
trono, salió corriendo de la sala gritando que volviera al día siguiente que la
daría instrucciones para el octavo trabajo de Hércules y sacará inmediatamente aquella bestia de su
palacio.
Hércules
así hizo y dejo libre al toro en un prado de un valle cercano, y el toro poco
a poco fue convirtiéndose otra vez en salvaje y con el tiempo otro héroe tuvo
que derrotarlo de nuevo para que no cometiera más
tropelías.
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