Memoria monólogo
Y vino el tiempo de la pequeña
eternidad
La piedra en luz de lo que
muere y resucita
Porque la duración es una gota
de rocío
Con esto recordarás al pájaro
que una mañana
Cantaba sobre el sol
Para que el árbol que protege
tu sueño diera frutos
Mientras el mar desvestía a
sus náufragos en mi cuerpo
Ahora el tiempo ¿cólera? ¿canto?
Está a las puertas de la casa
del sol
Y el mar abre el
pecho y conversa
Con peregrinos terrestres
vestidos de espumas
Doctores de la ley de la
profundidad y del espacio
¿Así tomados de la mano nos iremos
a las clínicas
O a laboratorios en vez de
hacia bosques ardientes?
Se les conocía por retratos de
otros tiempos
Un rostro y una sonrisa mas
sin nombre alguno
-El nombre se había borrado
como se habían hundido
Sus miradas en una
visión inalcanzable-
E innecesario ya y caído del
marco hacia la noche.
Debemos regar el corazón
Con esas memorias
Donde el tábano puso la daga
Y la abeja la música
Varillas de viento
Para golpear
El aroma muerto de la vida
Quizás exista aún la
respiración
De una vertiente
De otro mundo
Transformándose en taladro
para abrirse
Pero no enciendas el acto ni
las palabras
Ya. que mucho hemos ardido
Junto a la zarza
¿No eres tú quien
durmió por años
En un rayo de sol?
Yo sólo inventé el vacío para
que pasaras
Adán y Eva en el jardín
ardiente
El hijo por nacer desde tus
cabellos
Yo el padre ciego
Conducido por el ruido del
ángel
Hacia el exilio
Oh y en esa columna de cielos
en equilibrio
Tú
Con el cuello en llamas
Con los ojos en viaje por
desiertos
Con el corazón picoteado por
pájaros
Y no era la hora que canta en
los relojes
La hora que traen en sus alas
las luciérnagas
Sino la hora del sol en la
ventana
Con palomas brillantes
Que entran
Y se paran en tus hombros
Se ve
Correr la luz que te reanima
hacia mí
Aunque se haya borrado el
camino
De todas las estrellas
En la exaltación sin piedad de
las palabras
De las palabras parecidas a
fogatas en la lengua
En el reino de las burbujas
encantadas
No lo olvides
El tiempo
La familia duerme debajo de un
árbol no lo olvides
La cena es la visión sin apóstoles
Los sueños flotan sobre la
arena por la noche
Los quehaceres mágicos no lo
olvides
Se pegan a la goma de las
plantas
Y las plantas se doblan hacia
la red del vacío
Con la idea de resucitar no lo
olvides
La vida hierve a fuego lento
Y la muerte no lo olvides se
adorna los huesos
Con meteoros
Mañana las ciudades
Empezarán a alejarse unas de
otras
Entre llamas
En la danza de la permanencia
secreta
No lo olvides aunque el hombre
esté ahora
Irritado con su propia sombra
Con el hueco
Donde a toda hora se resecan sus palabras
El gesto de mimo para la
resurrección
El acto del fruto verde
todavía
Dispuesto a no saltar hacia la
noche
Aun tentado por las trompetas
Y la solemnidad del Juicio
O por el prometido exilio angélico
No lo olvides canta
En el éxtasis matutino
Canta con una rama encendida
en cada mano
Predice las hermosas
catástrofes
Soñadas en tu infancia
Detiene el vuelo de los
pájaros que emigran
Florece como un coral en el
centro del océano
Viaja hacia la casa solitaria
Carcomida por la niebla
Ahí está tu imagen en mi
imagen
La risa de los amigos muertos
o a punto de morir
Los padres cubiertos por la
harina
Con que fuimos formados
Y la campana que
es la porfiada
Respiración del tiempo
Dormida estás lo imagino y tu sonrisa
Es el movimiento
marino de las cosas
Aun el de las que no existen
El movimiento de las abejas
que son mis años
Las cuerdas de los días que me
sostienen el cuerpo
¿Y de dónde sale la
mano luciente?
¿La voz parecida a la de los
frutos en la rama?
¿La música del árbol más alto
que la tierra?
OH poderoso vacío
Adiós sin adiós
Universo de silenciosas
fronteras.
En otro tiempo
Quise iluminar el color de la noche
Secreta purificación y diálogo con el origen
De sombra a sombra
¿Creció el corazón?
¿Fue más liviano el cuerpo?
¿Compartí la soledad sin ojos?
Espaldas salieron a mi encuentro
Y ni la muerte hablaba un lenguaje distinto.
Tú dices:
La luz es un pájaro muerto en
tu espalda
La vida se baña en el río de
las lágrimas
No duermes
Sueñas hacia el país donde soy
la sonámbula
Tenaces
Bajo el cielo de vidrio
Una sola vida
En mí para ti
La soledad de la mujer de LOT
La del tiempo por la Vía Appia
Cipreses
Y el polvo en torbellino de las legiones
Resurrección resurrección
Cuerpo y sombra en un mismo nido.
¿Recuerdas? No lo olvides
Todo está ahí
Y dudo si cantar
O morir
Rosamel del Valle
Curacaví, 13-10-1900, Santiago, 22-09-1965
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